No
existe un criterio homogéneo en lo referente al origen del melón. Para algunos
botánicos cabe situarlo en el S.E. de África, mientras que para otros procede
del continente asiático, siendo esta última la menos verosímil, aunque en Asia
existen varios centros
secundarios de dispersión, como la India, China, Persia, Afganistán y sur de Rusia.
Es un
vegetal de la clase Dycotiledonia, anual
de floración andromonoica, con flores solitarias de color amarillo, responde a
la autopolinización y a la polinización cruzada, provocada por viento o
insectos.
Posee un
sistema radicular muy abundante y ramificado de crecimiento rápido, y del cual
algunas de sus raíces pueden alcanzar una profundidad de 1,20 m, aunque la
mayoría de ellas se encuentran en los primeros 30-40 cm de suelo.